EDUCA reitera su posición respecto al salario docente. El país debe hacer el esfuerzo por pagar tanto como se pueda a los maestros y las maestras dominicanas sobre quiénes descansa el futuro y la viabilidad del país. Sin embargo entiende, que no se pueden desatender otras obligaciones igual de importantes y urgentes; entre otros, los programas que procuran eliminar el analfabetismo, avanzar en la cobertura con calidad de la primera infancia, y atender el déficit histórico de infraestructura escolar que limita mejoras en la calidad y la extensión de programas de jornada completa, sobre todo, para aquellos sectores de más bajos recursos.
Deben entonces tomarse en cuenta algunas realidades al hacer los aumentos, pues los maestros no sólo reciben un salario básico sino que reciben incentivos, bonos y compensaciones adicionales por otros conceptos, que representan importantes ingresos complementarios.
En segundo lugar, existen alrededor de 104,000 tarjetas docentes en nómina (según cifras del MINERD), (una persona puede tener hasta tres tarjetas docentes, si imparte clases en tres tandas -mañana-tarde y noche); pero de estas, aproximadamente 36,000 no imparten docencia, y muchas de las personas que poseen estas tarjetas, no prestan ningún servicio en el sector educativo.
EDUCA considera que sólo debe incrementarse el salario a los docentes que realmente trabajan para educar.
Dicho esto, EDUCA exhorta, una vez más a la sociedad dominicana para que una vez acordado el salario básico de los maestros, se promuevan esquemas que premien y mejoren los ingresos de las y los educadores comprometidos, mejor formados, certificados, más responsables y, sobre todo, para aquellos que logran mejorar el desempeño educativo de sus estudiantes.
Un maestro bien remunerado y motivado que enseñe a sus estudiantes es la mejor garantía de que nos vayamos acercando a una educación de calidad.