Son muchas las iniciativas de orden social que el empresariado dominicano ha llevado a cabo para, más cerca del interés colectivo que del particular, y más con el ánimo de acompañar al Estado que de reemplazarlo, desarrollar programas que contribuyan al mejoramiento de la calidad de vida, el desarrollo humano y el crecimiento económico de los estratos sociales menos favorecidos, construyendo en su favor las posibilidades reales de un mejor porvenir.
Acción Empresarial por la Educación (Educa) es un programa de una singular trayectoria que acaba de alcanzar los 25 años de haber sido fundado por un empresario y filántropo de la estatura de don Gustavo Tavares, quien se hizo acompañar, en 1989, de un pequeño grupo de personalidades visionarias, que vieron en el desarrollo sostenido de la educación el fundamento para la ejecución de una estrategia de desarrollo nacional, mediante la conjugación de los esfuerzos y los recursos económicos y humanos de los sectores público y privado. Educa es, de esa forma, resultado de una visión empresarial comprometida con los mejores intereses del país y de su población.
En sus cinco lustros de historia, esta entidad sin fines de lucro, por cuya dirección ha pasado y sigue estando parte de lo más granado del espíritu empresarial y la formación técnica y profesional en temas educativos, ha venido aportando a los proyectos de mayor trascendencia en este ámbito como son el Plan Decenal de Educación de 1992, primero en su género de Latinoamérica; la creación de la Ley General de Educación 66-97; los trabajos por la Excelencia Educativa emanados del Estado; el renovado Plan Decenal de Educación 2008-2018; la firma del Pacto Político y Social por la Educación, así como innúmeras iniciativas públicas y privadas en torno a la educación primaria o preuniversitaria, entre las que destaca, además, el proyecto de apadrinamiento de escuelas públicas por parte de empresas privadas. Muy importante también fue el acompañamiento de Educa a la sociedad civil en la génesis de la Coalición por una Educación Digna y el reclamo sin precedentes del cumplimiento de la ley en la asignación del 4 por ciento del PIB al presupuesto del Ministerio de Educación.
En el discurso de la actual presidenta de Educa, Elena Viyella de Paliza, pronunciado en un almuerzo al que asistieron el presidente Danilo Medina y los ministros vinculados a la función educativa del Estado, el pasado día 4, la destacada empresaria? agradeció al primer mandatario el acierto de privilegiar la educación como “la prioridad de su Gobierno”. Le reconoció su “su compromiso con la educación, por invertir recursos con el objetivo de eliminar el analfabetismo, por invertir los recursos en mejorar la infraestructura, en implementar progresivamente la jornada de tanda extendida, y aumentar las horas de clase de los niños en las escuelas”. Honrar honra, decía José Martí.
La presidenta de Educa abogó porque entendamos todos, empresariado y sector público, profesores y alumnos, padres y técnicos “que ha llegado el momento ineludible de que todos trabajemos por la calidad de la educación”, entendiendo por esta la medición de “cuánto saben y cómo se desempeñan los educadores”. Será esta la mejor forma de “contribuir a que nuestros educadores recuperen y ocupen el sitial de respeto y admiración de todos los ciudadanos”.
La empresaria Elena Viyella de Paliza y su equipo directivo han procurado revitalizar la visión original de los fundadores de Educa, para que las alianzas entre los sectores público y privado se conviertan en un pivote inamovible del trazado de políticas públicas tendentes a mejorar sustancialmente el sistema educativo de nuestra nación. Enhorabuena Educa.