Santo Domingo, D.N. – Acción Empresarial por la Educación (EDUCA), consideró que los resultados del Programa para la Evaluación Internacional de los Estudiantes, o PISA por sus siglas en inglés, de la OCDE, dados a conocer en la mañana del 6 de diciembre en todo el mundo, y en el cual participó por primera vez la República Dominicana, eran previsibles, en vista de que los estudiantes que tomaron dicha prueba PISA, ingresaron al sistema educativo en 2005, “en el mejor de los casos, 8 años antes que llegaran los recursos equivalentes al 4% del PIB a la educación dominicana”.
La prueba PISA tiene por objetivo medir cuán preparados están los estudiantes jóvenes para una vida adulta como miembros de una sociedad, con la única característica en común de que todos los estudiantes evaluados tengan 15 años de edad cumplidos al momento de aplicarla, sin importar el nivel o grado en el que estén cursando y sin importar si asisten a centros educativos públicos o privados.
De acuerdo a EDUCA, las pruebas regionales aplicadas por la UNESCO en 2008 y 2013 ya ubicaban al país en la zona de menor desempeño de la región.
“Es decir, que la región Latinoamérica y el Caribe se comporta de forma relativamente homogénea y en promedio se ubica a 2.5 años de escolaridad del promedio de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE)”, expresa la entidad.
Refiere a modo de ejemplo, que el desempeño de un estudiante chileno en ciencias presenta 4 años menos de escolaridad que un estudiante de Singapur, país que lidera el ranking a nivel mundial en el área de las ciencias y también a nivel general.
“Mientras tanto, un estudiante dominicano, con 15 años de edad, tiene un nivel de desempeño en el área de las ciencias equivalente a 7 años menos de escolaridad que sus pares de Singapur”, plantea EDUCA.
Al tiempo de añadir “en efecto, en promedio el 52% de los estudiantes latinoamericanos presenta un bajo nivel de desempeño en el área de las ciencias, mientras que el número de estudiantes dominicanos que se ubica en esta categoría asciende al 86%”.
A juicio de EDUCA, sorpresivamente, el país muestra resultados mejores a los esperados en lectoescritura, ubicándose por encima de países como Argelia, Kosovo, Macedonia y Túnez, y a 40 puntos de distancia, equivalente a un año de escolaridad, detrás de Perú, el país más próximo en la.
De igual manera, para EDUCA debe llamar también a la reflexión de las instituciones públicas y privadas del sistema educativo nacional que, mientras un país como Singapur, con un tamaño similar a la provincia de Samaná, es capaz de ubicar a casi 40 estudiantes de cada 100 en el nivel de excelencia, solamente 1 de cada mil estudiantes dominicanos alcanzan ese nivel.
Sobre el particular, José Mármol, presidente de EDUCA, indicó que “el primer aspecto a destacar es la valentía del país y de sus autoridades en someterse a la evaluación rigurosa de una entidad como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OECD) y de una prueba en la que participan un selecto grupo de países”.
Del mismo modo, destacó que aquellos estudiantes que tomaron estas pruebas ingresaron al sistema educativo, en el mejor de los casos, en el año 2005, es decir, 8 años antes que llegaran los recursos de la entrada en vigor del 4%.
“Por lo tanto, esta medición en 2015 tiene como única utilidad el constituir un punto de partida para que en las siguientes pruebas que se apliquen en 2018 y en 2021, se evalúe el grado de avance hacia la calidad, conforme lo define el Pacto Nacional por la Reforma Educativa suscrito por toda la sociedad dominicana con horizonte al año 2030.
El presidente de EDUCA señaló también que “atendiendo a las recomendaciones de la OECD el país está trabajando en la dirección correcta y es de esperar que en los años por venir cada vez más estudiantes dominicanos reflejen mayores niveles de calidad y mayor nivel de competencias”.
La ONG empresarial en favor del desarrollo educativo afirmó que Andreas Schleicher, Director de Educación de la OCDE y Coordinador de las pruebas PISA, manifestó en una entrevista con la BBC Mundo que para la región Latinoamérica lo primero es trabajar en la reducción de las desigualdades de los aprendizajes entre los estudiantes, puesto que las familias de condiciones socioeconómicas más vulnerables no tienen la oportunidad de acceder a las mismas condiciones educativas que aquellos que provienen de familias más aventajadas.
Un segundo elemento señalado por Schleicher es el de fortalecer la carrera docente. Según el especialista, ésta debe hacerse más atractiva y orientada hacia la profesionalidad. En cuanto a los currículos, indicó que el énfasis no debe estar en los contenidos sino en hacer de los estudiantes actores que comprendan la esencia de lo que estudian y se apasionen por ello. Asimismo, agregó que hay que transitar hacia estrategias de mayor profundidad en el manejo de los conceptos más que en las generalidades.
A modo de ejemplo señaló que al comparar los libros de textos de América Latina con los de Japón, en el primer caso son más grandes, abarcan más temas, mientras que en los segundos se abordan menos temas pero en profundidad, lo que permite “aprenderlos muy, muy bien”. Por último, señaló el especialista, la importancia de la calidad de la educación en la Primera Infancia, donde asegura que el componente más relevante es definir una política de calidad y concentrar en esta a las personas más calificadas.
Martes, 6 de diciembre del 2016.